domingo, 6 de octubre de 2013

"¿Inteligencia Emocional? ¿Qué carajos es eso?"


“Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo contrario de la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza, es la única intersección de ambas.” (David Carusso)

Uno de los motivos por los que decidí estudiar, dedicarme, leer e investigar todo lo que caía en mis manos o delante de mis ojos acerca de la psicología fue que me dí cuenta que no hay una especie en el reino animal que crea estar siempre tan en lo cierto y se confunda tanto como el ser humano. Entre las muchas diferencias que tenemos con el resto de los animales está la capacidad de expresar y comprender emociones, de pensar sobre ellas, de controlarlas, dirigirlas, explotarlas o anularlas. ¿Son útiles? ¿Están un escalón por debajo del razonamiento en cuestión de funcionalidad? ¿Son de fiar? ¿Dónde se sitúan? ¿Cómo se originan? 

La investigación realizada en las últimas décadas en el campo de la Inteligencia daba resultados sorprendentes. Los directivos más exitosos de las grandes empresas no habían sido los alumnos más brillantes de las Universidades más importantes, no habían tenido notas excelentes ni becas exclusivas. Esto les llevó a preguntarse cuál sería ese factor que les condujera en el camino del éxito, sino era la Inteligencia General, esa que determina la rápida solución de problemas, ¿qué era? La respuesta fue clara, los individuos anteriormente descritos tenían puntuaciones altas en Inteligencia Emocional, se preguntará quien lea qué índices comprende este constructo tan poco preciso, qué medían esos test. Desde el modelo de las Inteligencias Múltiples de Gadner se resalta que existen SIETE tipos de inteligencias: lógico-matemática, lingüístico-verbal, corporal-cinestésica, musical, espacial, naturalista, intrapersonal e interpersonal. Estas dos últimas son las que pondría en relieve la Inteligencia Emocional. 

La Inteligencia Intrapersonal concibe la capacidad de identificar, comprender y distinguir las propias emociones y manejarlas hacia la funcionalidad, hacia la orientación de la conducta, es el tipo de inteligencia más privada y difícil de observar, permite comprenderse y trabajar con uno mismo. Parece algo muy sencillo, todos sabemos que es la alegría, la vergüenza, el miedo... Pero la realidad muestra que la expresión de un correcto lenguaje emocional es algo muy poco común entre los hombres, mujeres, estas han sido menos valoradas socialmente en ventaja de la razón y no se utilizan explotando su máxima funcionalidad en los amplios aspectos vivenciales del ser humano. Prueben un pequeño experimento, la siguiente ocasión que una emoción negativas les invada y piensen "Me encuentro mal" intenten dilucidar qué emoción es la que les está atrapando, ¿es culpa?, ¿tristeza?, ¿miedo?; una vez identificada la emoción es hora de buscar su origen, atraparlo, localizarlo y reinterpretarlo, ¿está justificado?, ¿puedo hacer algo para solucionarlo? ¿está basado en una interpretación personal o en un hecho constatable? Esta es una de las partes que comprende la Inteligencia Emocional, potenciación de la capacidad propia de identificar las emociones para que nos sean útiles y redirigirlas hacía el bienestar personal. En conclusión, la Intrapersonal determina un adecuado autoconocimiento.

La otra Inteligencia que formaría parte del constructo es la Inteligencia Interpersonal, define la capacidad de reconocer, nombrar y empatizar con las intenciones y los estados de ánimo de los demás, aunque intenten ocultarse. Permite el trabajo con los otros y buenas relaciones sociales, indispensable en aquellos que trabajan con personas como profesionales de la psicología o docentes, pero sin olvidar, más allá de lo laboral, que unas adecuadas habilidades sociales son el núcleo de una buena autoestima y una red de apoyos importante, lo que es indispensable para cualquier persona más allá de su profesión. Para justificar la importancia de la Interpersonal quiero que conozcan el término empatía, indica la capacidad de ponerse en el lugar del otro, "pisar con sus zapatos", si esta fuera una capacidad entrenada desde la infancia el resultado sería sorprendente. Daniel Goleman recoge un dato muy esclarecedor en su libro "Inteligencia Emocional" dice que en una entrevista a un asesino en serie el periodista le preguntó acerca de si se cuestionó en algún momento que estaban sintiendo sus víctimas, la respuesta fue "No, si hubiera podido sentir lo que ellas sentían no lo hubiera hecho". Una adecuada capacidad de empatizar en niveles extremos y considerados utópicos en este mismo momento por la que escribe, eliminaría el daño intencionado proferido entre seres humanos, imaginen que lugar más maravilloso estaríamos creando para vivir.

Realizo esta entrada en mi blog para intentar disolver algunas dudas que se me han presentado ("¿Inteligencia Emocional? ¿Qué carajos es eso?") acerca de una charla taller que realizaré el 26 de Octubre en la Asociación Cultural Cabezapájaro, un espacio dedicado a la creación y la innovación dirigido por Carlos, Ana y Elena, jóvenes creativos que me han brindado la oportunidad de unir la Psicología con el Arte en un espacio único en el centro de Cáceres. Dirigido a cualquiera que quiera conocerse más y mejor y hacer lo mismo con los demás. ¡Os espero!